El estudio, titulado “Militarismo en alza: consecuencias para la cooperación y la ayuda al desarrollo en Asia Pacífico” (Rising Militarism: Implications for Development Aid and Cooperation in Asia Pacific), aborda la cuestión de cómo la asistencia oficial para el desarrollo (AOD), en su función de contribución histórica de los países donantes en pro de la erradicación de la pobreza en numerosos países en desarrollo, está desviándose hacia la resolución de los conflictos propios y la promoción de intereses en materia de seguridad. De este modo, se están socavando aún más los intereses democráticos y humanitarios de las personas en situaciones de conflicto y fragilidad.
En Asia Pacífico, un gran número de países receptores de AOD deben lidiar también con situaciones de conflicto y fragilidad, así con un militarismo creciente. Se trata también de la región con más operaciones de militarismo y más gastos militares de todo el mundo.
El militarismo se define como la creciente influencia militar en los asuntos exteriores y civiles del gobierno. Conlleva un gasto militar elevado y agresiones que ayudan a los poderes globales a proteger sus intereses políticos y económicos. El militarismo es un obstáculo en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en particular del objetivo relativo a la promoción de la paz y sociedades justas. Es, aún a día de hoy, una de las principales causas de pobreza, muerte, desplazamientos, cambio climático y pérdida de los medios de vida, así como de la destrucción de comunidades, la biodiversidad y el medioambiente.
El militarismo es palpable en la ayuda militar y armamentística, así como en guerras de contrainsurgencia y en acuerdos militares. Los Estados Unidos por sí solos tienen bases y acuerdos militares en 70 países, de los cuales la mayoría están estratégicamente situados en Asia Pacífico. Asimismo, el militarismo ha logrado infiltrarse en la cooperación para el desarrollo mediante las ayudas militares y bilaterales, a menudo disfrazado de proyectos de desarrollo, programas antiterroristas y acuerdos de defensa mutua. Los países desarrollados han iniciado un proceso de redefinición de la AOD para abarcar los gastos en materia de paz y seguridad, lo cual irá en detrimento de los derechos y las vidas de las personas.
La investigación demuestra que el militarismo en la cooperación para el desarrollo va en contra de los principios para la cooperación eficaz para el desarrollo y el enfoque basado en los derechos humanos aplicado a los proyectos de desarrollo. Eventos recientes han demostrado hasta qué punto se hace uso de la cooperación para el desarrollo para respaldar y aumentar el militarismo en la región. Las organizaciones de pueblos, los movimientos sociales y las organizaciones de la sociedad civil han notado el aumento de esta tendencia, palpable en el aumento de las asignaciones financieras a la ayuda militar para “la paz, la seguridad y las iniciativas antiterroristas”, así como el uso de la asistencia humanitaria para contrarrestar las campañas de contrainsurgencia.
De igual modo, el estudio demuestra las vastas oportunidades de las que disponen las OSC para construir y reforzar sus estrategias de promoción en torno a esta problemática, así como la acuciante necesidad de realizar esta labor.